viernes, 30 de octubre de 2015

Fin del día.

Llevo toda la tarde en casa... Él lleva todo el día trabajando. Llega reventado yo lo espero arrodillada y Él al entrar me besa los labios con suavidad. Me acaricia el pelo. Se sienta en el sofá y yo lo sigo a cuatro patas. Lo ayudo a descalzarse, mientras da un par de sorbos a una copa de vino. Yo lo acaricio poco a poco, hasta que un gesto suyo me indica  que comience a chupar... y chupo, succiono, la trago toda, jugando con mi lengua, cambiando el ritmo según marcan sus gemidos... se derrama en mí y yo la dejo limpia. La guardo en el pantalón y, tal y como me pide, subo a su regazo

Acurrucada sobre sus piernas vemos una serie que le encanta, mientras siento como sus dedos se adueñan de mi cuerpo, pellizcan mis pechos, acarician mi espalda... invanden mis cavidades...

Comienza con  sus dedos un vaivén en mi coño, mientras a la vez frota mi clítoris

No hablo, pero mi respiración es cada vez más entre cortada, mis suspiros más ahogados y apenas me puedo contener....

Me mira y sonríe, con una mezcla entre amor y perversidad... está jugando... aumenta el ritmo y no sé si podré aguantar... afirma con la cabeza y yo, manteniendome en el mayor de los silencios exploto; dejando caer mi peso sobre Él.

La serie acaba, yo comienzo a recuperarme de este regalo

-¿Qué tal el dia perrita?

martes, 27 de octubre de 2015

Pizza pasión vino y chocolate.

Después del diluvio de ayer, cuando llegué a pensar que mi trabajo se inundaría el día amaneció iluminado... pero hubiese dado igual, porque mi noche había sido tan maravillosa  que ni siquiera un granizo sin chaqueta habría enfriado mi ánimo.

Después de tratar de organizar las próximas entregas de forma que beneficiase a toda la plantilla (yo, con lo poco que me gusta mandar) había llegado a casa completamente agotada. 

Él llegó una hora más tarde, después de que a mi me hubiese dado tiempo a ducharme y recoger la casa. Estaba en la sala de estar, tumbada en el sofá y tratando de relajarme. Tocó la puerta, entró y me besó en los labios. 

Fue directo al baño, mientras yo lo seguía a cuatro patas, como él me había indicado. Se duchó mientras yo le servía de perchero sujetando su toalla.  Cuando salió me dio un capricho, pidió pizza por teléfono... lo cual indicaba que yo debía tener un aspecto más cansado del que creía, porque mi Amo no solía concederme comer comida rápida. 

Él se había quedado desnudo y hacía rato que yo me había derecho de mi vestido.  Me llevó a la habitación y me tumbó sobre la cama. Habíamos comprado un lubricante que sabía a yogur de fresa. Me embadurnó las tetas e hizo lo mismo con su polla. Comenzó una lenta cubana, a su gusto, despacio; besándome lentamente mientras lo hacía. Se corrió en mi cara y me colocó su polla en la boca para dejarla bien limpia. Me encantaba el sabor de su semen mezclado con el yogur de fresa. A su vez Él lamía mis pechos... Lo cierto es que ese lubricante podríamos habernoslo comido a cucharadas. 

Cuando se la dejé limpia me pidió que pusiese una copa de albariño. Él puso también, dentro de un bol pequeño, puso también un poco de albariño. Se sentó en el sofá con su copa. Yo, a sus pies bebía como una perrita. Puso la televisión, mientras veía las noticias jugaba con su pie en mi coño. 

Sonó el timbre. Me echó una manta por encima y me dijo que me estuviese quieta. Se puso su pantalón y fue a abrir.  

Anda perrita, traete un par de platos.  Me colocó un cojín en el suelo y me permitió comer con las manos y beber de un vaso. 

La verdad es que es maravilloso hablar con Él, es imposible aburrirse. 

Después de cenar, mientras Él veía un rato la televisión, limpié los platos y llevé al salón el tarro de nutella. Me dediqué a mi postre favorito, nutella con la polla de mi Señor.  La tenía muy dura cuando me alzó y me subió a cuatro patas sobre el sofá. Me folló con dureza, jugando con mi clítoris. 

-¡Córrete zorra! ¡Córrete! 

Exploté, por supuesto, solo me hacía falta su voz para estallar. Caí sobre el sofá mientras Él llenaba mi espalda con su semen. 

De un azote me mandó a la ducha. 

Cuando acabé estaba en la cama. Me indicó que me tumbase a su lado y hoy me he despertado abrazada a Él. 

lunes, 26 de octubre de 2015

Antes del café.

Esta lloviendo, hace frío y el cambio de hora ha despertado a mi Señor una hora antes de que suene el despertador. Me despierta a bofetadas, me muerde el labio y me besa con furia. Cuando tengo conciencia de mi cuerpo clava su polla eb mi garganta y con mis ganas de desayunar viene la bestialidad de sus embestidas, para empezar el dia animados es lo mejor y quien no lo piense es que no lo ha probado.

Se derrama en mi gargante y me mira. Me coloco a cuatro patas.

-Cada día estás más lista, zorra.

En el cabecero de mi cama siempre hay un cinturón colgado. Lo agarra y lo deja caer sobre mis nalgas, en una que pierdo la posición llega a mis pies. De nuevo esta excitado, lo sé porque alberga su polla en mi culo... no está todo lo dura que pudiese y noto como crece dentro de mi. Mi culo se expande a su capricho.

Bombea con fuerza, hoy se ha levantado salvaje. Su segunda corrida llega a mis entrañas. Me coloca rápido unas bragas.

-Hoy vas así al trabajo.

Me besa y suena el despertador. Un azote.

-Café perrita.  Buenos días nena.

-Buenos días Amo.

domingo, 25 de octubre de 2015

Twitter

Hola!! Me paso por aquí para decir que me he hecho un twitter.

@linternasazules

Todo como siempre.

Muchos besos y feliz domingo

viernes, 23 de octubre de 2015

Cuidar y compartir... nuestro juego.

Usted sabe verme dentro y cuando nos encontramos para desayunar ve que estoy sensible. Nos sentamos y me pide un café con un chorro de chocolate blanco y mucho dulce. Nos sentamos en un sofá arrinconado de la cafetería. Usted apoyado en toda la esquina izquierda y yo sobre usted. Me siento mimosa. Tenemos una hora más, cuando salimos de la cafetería... el café y usted me calman los miedos. Paseamos hasta un parque, a estas horas está desierto. Usted me va besando poquito a poco, los labios, la barbilla, el cuello y va descendiendo por mi escote. En un rincón escondido del parque levanta mi falda azul, esa que compramos en una tienda de Chicago hace tres veranos.... cualquiera diría que este es nuestro cuarto invierno juntos... que llevo cuatro inviernos siendo completamente suya.

En la esquina escondida levanta mi falda y entra dentro de mi, suave, despacio y va aumentando el ritmo embistiendo contra mis miedos, arremetiendo contra mi melancolia. Y me siento suya, protegida. Me da permiso y nos dejamos llevar a la vez y parece que su semen en mis entrañas va curando mis heridas abiertas.  Y es precioso, porque es nuestro y porque solo ha hecho falta que me mirase a los ojos.

Caminamos despacio, usted me abraza y no me deja sentirme sola, me mima me besa y me inunda de su olor. Hoy lo  tendré aún más presente cuando nos separemos.

Para a comprar una flor y la corta para ponerla en mi pelo. Me besa y me eleva. Se autoinvita a dormir esta noche en mi cama y yo agradezco afortunada dormir esta noche entre sus brazos. Nos despedimos, pero es solo un rato.

Así, tal y como me cuida, es usted campeón en este juego nuestro de compartir la vida.

martes, 20 de octubre de 2015

Picnic

Tenia tantas ganas de verle que ni la lluvia ni el cansancio me frenaron. Cuando salí del trabajo caminé hacia su oficina y me senté en el bar de abajo con un refresco de limón a esperarlo.  Llevaba mi faldita plagada de mariposas y las medias marrones, ropa interior rosa bebé y  tacones marrones. Él apareció imponente... creo que aún no sabe como llama la atención su sola presencia en cualquier parte. Me besó, pagué y nos fuimos. Paró en un oriental y subimos la comida a casa. Me desnudé y lo ayudé a terminar de apartar los muebles del salón. Puso mantas y cojines por el suelo. Colocamos la comida.
-Desnudame perrita.

Empecé por los pies, fui descubriendo poco a poco su cuerpo... con la impotencia de no poder besarlo, lamerlo a cada milímetro descubierto.

Cuando estaba ya desnudo se tumbó en las mantas y a cuatro patas me colocó para que le chupase la polla.

-Asi, nena, así... me hacía falta relajarme... muy bien chica...

Se corrió en mis pechos y lo unté bien para que no derramase. Tal y como estabamos comenzamos a comer, un picnic desnudos en el salón. Después me llevó a la cama, me folló lento, muy lento y cuando se cansó aceleró hasta correrse.

La siesta fue inquieta, Él me agarraba dormido y yo me despertaba con algunos agarrones... pero no me importaba... era suya y estaba con Él.

Me metió en la bañera, me lavó y me mandó a hacer café. Cuando salió de la ducha, aún desnudo, se sentó en una de las butacas a tomar café.  Puso el mío en un bol y me indicó que bebiese, como la perrita que era. 

Me ató a la mesa y puso su hitachi wanda en mi coño.... ese aparato era un ensueño y una pesadilla si, como en ese momento, decidia que no me podía correr.

Se puso la televisión, un partido de baloncesto y de vez en cuando cambiaba la vibración del hitachi.  Inevitablemente comencé a gemir, por mucho que yo intentase evitarlo llegó un momento en el que no aguanté más.

-calla zorra, estoy viendo la tele.

Me mordí los labios, intenté aguantar los gemidos y acostumbrándome a la vibracióm volví a gemir

Me azotó una vez.
-Que te calles he dicho!

No lo logré, seguía incapaz de controlar mis gemidos. Me amordazó para ahogar un poco el ruido, pero aún asó ne resultaba casi imposible. Cuando acabó el partido me desató 
-Ve a por el cinturón, el trenzado.

Ouch! Ese dolía mucho...

Me azotó las nalgas hasta cansarse y cuando acabó me folló con violencia. Me mimó y hoy he despertado abrazada a Él.

viernes, 16 de octubre de 2015

Abráceme.

A veces las noches se hacen demasiado pronto madrugadas y me siento sola si sé que usted no está. Me gustaría llamarle y  saber que está bien, que respira tranquilo durmiendo, que sonríe en un sueño profundo...pero no son horas tampoco para que una perra ande despertando a su Señor, por muy sola que se sienta...

Y tengo miedo, desconfío de mi misma y dudo si alguna vez sabré estar a la altura para estar a sus pies

Soy pequeña, minúscula cuando estoy sola y me atraganto en un futuro que no existe y me refugio en un pasado que me ahoga...

Hoy ha vuelto esa sensación que hace años se marchó... el no respirar, la angustia el miedo... y solo hasta que las lágrimas brotan soy capaz de aflojar un poco el nudo en mi garganta y respirar

Abráceme, sé que no está aquí, pero abráceme, se lo ruego.

martes, 6 de octubre de 2015

Invitados en casa

Llevo toda la mañana cocinando y limpiando, vienen los amigos de mi Amo con sus sumisas... tres para tres... Entremeses diversos, crema de verduras solomillo con patatas a lo pobre y tarta de queso. Mi Amo me ha dicho que cocine de sobra, pero no sé cual será nuestro papel.

Llega pronto, ya está casi todo listo y me pide que me vista con ropa que ha dejado sobre la cama. Un body negro con encaje que sube desde los laterales hasta casi mis pezones. Una falda de tablas negras que se suelta con dos corchetes. medias negras y tacones negros altos. El pelo recogido en una cola alta y mi collar... el que solo me ponía en momentos muy concretos.

-Nena, ya sabes... eres mi reflejo... pon los entremeses en la mesa y ponme una copa de manzanilla mientras esperamos.
-Señor... ¿Cuantos platos pongo?
-De momento pon tres y deja otros tres preparados.

Se acercó y me besó la frente.

-¿Nerviosa?
-Un poco Amo, nunca han venido a casa...
-Tranquila perrita, yo confío en tí. ¿Tú confías en mí?
-Más que en mi misma Amo.
-Pues venga, ve a hacer lo que te he dicho. - me besó en los labios y con un azote suave me encaminé hacia la cocina.

Cuando acabé me coloqué a sus pies, mientras que Él terminaba con tranquilidad su copa,

Llamaron al timbre y me indicó que fuese a abrir.

Los amigos de mi Amo venían vestidos con camisa y vaqueros, de forma informal; las sumisas, cuando se quitaron los abrigos también llevaban conjuntos parecidos a los míos.

Fui a servirles a ellos sus copas, junto con algunos frutos secos y aceitunas.  Las sumisas se encontraban a los pies de sus Amos y cuando les serví el mío me indicó que me colocase junto a Él.  Charlaban sin dedicarnos demasiada atención. Nosotras escuchábamos sabiendo que no debíamos intervenir... En otras ocasiones había sido más informal, pero hoy estaban serios. Era importante saber estar en esa situación.

-Nena, termínate esto y rellénamelo.
-Sí Amo. ¿Quieren los Señores otra copa?
- Mejor perrita trae la botella.
-Si Amo.

A gatas llegué hasta la cocina. Cogí la botella y volví caminando. Mi Amo había sido claro en eso, podía levantarme cuando llevase algo en la bandeja... No quería estropicios ni dolores inútiles.

Serví a los invitados, vacié la copa de mi Amo bebiéndomela, tal y como Él me había dicho y le serví. Me arrodillé dejando la botella sobre la mesita a mi lado. A mi Amo no le gusta eso de que mantenga la botella entre las manos para servir; el vino se calienta.

Estaban charlando cuando mi Amo dijo:

-Vamos a comer.

Se levantaron y fueron a sentarse. Nosotras gateamos hasta la cocina.

Mérida cogió el albariño y fue a servirles las copas. Yo terminé de calentar el plato principal con ayuda de Silvia.
Fuimos sirviendo cada una al lado de su respectivo Amo. Comieron tranquilos, nos tocaban a cada rato, yo me quedé sin falda al poco rato. A Mérida su Amo le había abierto el body por abajo y lo había sujetado de manera que tenía el coño completamente accesible y Silvia tenía los pechos fuera.

Cuando servimos los postres mi Amo me quitó el body dejándome con las medias y los tazones. Me indicó que entrase bajo la mesa y comencé a chupársela.

Mérida y Silvia estaban igual que yo. A un gesto de nuestros Amos cambiamos hacia la derecha y así fuimos girando cada cierto rato hasta que se corrieron en nuestros pechos.

Nos limpiamos entre nosotras, siendo muy cariñosas, como ellos nos exigían. Después los Amos se sentaron en el salón con una copa cada uno. Primero se levantó  Mérida. Se colocó en el centro del salón con  las piernas y brazos abiertos.  Su Amo, con tranquilidad se acercó a ella. Con cuerda fue atando su cuerpo, los pechos, la vagina. Los brazos sobre la cabeza, La tumbó sobre la mesa y flexionó sus piernas, dejándolas muy abiertas.

-Toda vuestra caballeros.- dijo.

Mi Amo fue el primero en levantarse. Recorrió con un dedo su vientre y lamio sus pechos. Los endureció. El Amo de Silvia se levantó y pinzó los pezones de Mérida.

Mi Amo se colocó y comenzó a follarla.

-Silvia, cómele los huevos

Silvia se colocó tras mi Amo y comenzó a comerle los huevos, ensalivándolos bien, llegando hasta el culo.

El Amo de Silvia se tumbó desnudo sobre el sofá.

-Perra, móntame. - me indicó.

Me coloqué sobre Él y comencé a penetrarme con fuerza, moviéndome en círculos... yo sabía que a él le gustaba con cierta violencia...

Pronto sentí como el Amo de Mérida comenzaba a dilatar mi culo con un par de dedos. No tardó en penetrarme. Me sentí completamente llena.

Solo nos podíamos correr con permiso de nuestro Amo. Silvia se tocaba a indicación del suyo, que por la cercanía de nuestros cuerpos la acariciaba con fuerza.

Mérida fue la primera en pedir permiso, depués lo pedí yo y Silvia no tardó mucho en hacerlo. A las tres nos contestaron lo mismo. "cuando se corran los señores que te están usando perra."

Mérida y Silvia explotaron a la vez, cuando mi Amo se corrió dentro de Mérida. Silvia se encargó de dejársela limpia. Para mí no fue tan sencillo, tuve que esperar a que ambos se corrieran... y pensaba que no aguantaría, pero lo logré. Limpié la primera polla que me pusieron en la boca; Mérida limpió la del Señor de Silvia.

Estábamos rendidos. Nos colocamos de rodillas ante nuestros Amos, pero ellos tuvieron el mismo gesto, nos abrazaron meciéndonos sobre ellos.

Así estuvimos el resto de la tarde, charlando...se fueron después de tomar café.

-Muy bien nena, lo has hecho muy bien.