martes, 30 de junio de 2015

Buenos días, corazón.

Esta mañana he tenido un despertar diferente, mi silencio de estos días no ha sido casual si no causal... tanta pena pegada al cuerpo que incluso mi Amo tomo cartas en el asunto, y voz en mi mundo bajo una falda. Hoy después de deshacerme anoche de mi vestido de tul y mis lagrimas amargas, pegadas al alma como el calor nocturno se pega a la nuca; he despertado de otra manera. Hacía más sol por la ventana y las manos de mi Amo sobre mi pecho aún dormido, han acabado con un invierno que duraba demasiado. La felicidad es ese instante en el que mi Señor me besa los labios con aliento a sueños y me dice lo bonita que estoy despeinada.

He bajado a besos hasta su pecho, primera parada de mi lengua, he seguido en linea recta hasta su ombligo, descanso de mis labios y he acabado ahí donde vive la inmoralidad de mis acciones, mi casa.

He lamido el tronco despacio, notando el sabor salado de la alegría. Lo he besado poco a poco, con la ternura de una mañana que huele a felicidad. Lo he metido entero en mi boca, lo he hecho crecer con mi lengua, he soplado y he notado el escalofrío que le recorría, escalofrío de calor. He jugado ahí, en el paraiso que se forma  entre sus huevos y mi lengua; hasta que al final, se ha derramado en mi boca y lo he tragado gustosa, desayuno de pasión.

Cuando he mirado hacia arriba sus ojos cerrados sonreían de placer. Le he besado los labios, que son el apartamento donde paso mis veranos y allí, refugiada entre sus brazos he vuelto a soñar mientras me hacía el amor.

-Buenos días mi Señor.
-Buenos días corazón.

lunes, 29 de junio de 2015

Vive, Erytheia, vive.

Dicen que todos tenemos una persona especial que se mete bajo la piel y no se va. A veces, cuando estoy con mi pequeña pizpireta durmiendo la siesta, mi perrita inquieta, besa mis pies. Los lame y le da besos pequeñitos... yo recuerdo entonces esa frase y pienso que bajo mi piel está escrito su nombre, el nombre de mi preciosa propiedad, mi bello tesoro.

Erytheia lleva unos días tristona... ella disimula y se hace la fuerte, pero yo sé que llora cuando se queda sola. Le he pedido que venga a casa unos días, necesita mimos y sé que no los quiere pedir porque eso sería demostrar que no está bien.

Esta noche le he pedido que se pusiese lo que había sobre la cama para cenar. Era una pequeña sorpresa, sé cuanto ansiaba un vestido con la falda de tul. Es blanco, la parte de arriba una blusa atada al cuello, con el escote abierto y sin espalda. Unos tacones morados, un lazo para el pelo. Ha aparecido toda ilusionada, casi a brincos y eso es buena señal; mi niña Erytheia da pequeños brincos inconscientes cuando está de buen humor. Ha girado sobre si misma.

-Le amo, mi Señor. - me ha dicho mientras me abrazaba. Me ha besado en los labios.

He puesto música.

-Baila, Erytheia, baila.

A mi niña Erytheia le encanta bailar. La veo moverse por la cocina, mientras termino de preparar la cena, un plato que le encanta; parece que flota. Abre la nevera y sirve una copa de vino. Bebe y me deposita el contenido en la boca, a través de un beso en los labios.

-Vamos a cenar pequeña. -le digo.

Ella sirve los platos y me echa más vino. Está atenta a mí, está mimosa.

Cuando acabamos le doy un sorbete de limón y le digo que me espere en el salón. La encuentro comiendo sobre la alfombra. No tengo remedio, me enciende su belleza. La agarro y le follo la boca. Se traga mi leche.

-Saladita. - me dice. Y yo carcajeo. La primera vez que se tragó mi semen le pregunté que le había parecido y ella dijo eso:" Zaladita!" Con esa voz de niña que pone cuando quiere ganarme.  Ella rie también, me alegro. Y en un susurro digo.

-Rie, Erytheia rie.

En brazos la llevo a la cama. Gatear estropearía el precioso vestido que lleva puesto.

Allí la desnudo y le pongo un antifaz. Juego con ella, con sus pezones. Se estremece.

La giro y la azoto con el cinturòn, siento como gime. Dejo caer una gota de cera en su culo y muerde la almohada. Despacito le acaricio las nalgas. Una vez bocarriba la penetro lento. Que bonita está excitada.
Escucho con voz ronca, como me pide permiso para correrse y yo le permito dejarse llevar. Verla desemboca mi orgasmo, me corro abundante dentro de ella. Quedamos extasiados sobre la cama. Se le cierran los ojitos.

-Duerme Erytheia, duerme.

sábado, 27 de junio de 2015

Insignificante

Hoy necesito gritar. Necesito odiarme un poco. Necesito encerrarme para olvidar. Necesito volver atras unos pasos. Hoy necesito llorar. Necesito un abrazo. Sentirse pequeña es un asco, Y la angustia es más grande que yo. Hoy necesito el perdòn. Perdón de mi misma. Perdón por mis actos. Hoy necesito pagar  Cada consecuencia,  cada golpe. Porque aún hoy, hecha pedazos, merece la pena.

martes, 23 de junio de 2015

Ayer me dormí hablando con Él

Ayer me dormí hablando con Él, me dijo que fuese a su casa a cenar e hizo rissoto de boletus. Después me cargó hasta su habitación, me tumbó sobre la cama y me folló con cierta violencia... mmm... me cubrió luego de besos.

-Mi Erytheia bonita... -decía a cada rato.

Yo estaba sujeta a los pelos de su brazo... acariciandolo, jugando con ellos

Al rato me enchufó la polla en la boca, dejándome hacer hasta que conseguí toda su leche. Jugueteé con ella, enseñandosela en la lengua, hasta que me dió permiso para tragarla.

-Suelo, perra.

Obedecí, arrodillándome al lado de la cama, con las manos tras la nuca. Desapareció de mi campo de visión un rato y cuando volvió traía dos pinzas, una para cada pezón. Echó un cojín sobre el suelo y yo supe que debía colocar la cara sobre él. Así, expuesta, azotó mis nalgas con una vara finita, era suave, yo siempre he tenido miedo a las varas y con Él lo superaba poco a poco. Después se agachó y besó mis nalgas, acariciando con suavidad las marcas rojas. Fue a por crema que puso en mi culo, incluido mi ano y me enculó despacio, mientras me masturbaba despacito.

Me permitió correrme cuando Él lo hizo y me subió a la cama en sus brazos. Así me mimó y me besó despacito... me he despertado acurrucada entre sus brazos. Ayer me dormí hablando con Él.

sábado, 20 de junio de 2015

Se lo merece todo.

Un par de palos en el trabajo me habían dejado K.O. llevaba unos días sin levantar cabeza y aparentando una alegría que no sentía. A pesar de ello mi Amo lo notó cuando me miró a los ojos. Él también había tenido días complicados y aunque hablábamos a diario por mensaje, apenas habiamos tenido tiempo de llamarnos, ni pensar en vernos.

Llegó por la noche sin avisarme, y me pilló con un vestido fino metida en la cocina... últimamente cocinar era lo único que me relajaba. Me besó en los labios y me llenó la nariz con harina que había sobre la encimera.

-Te iba a invitar a cenar, pero veo que te coge mal.
-Si quiere me cambio y salimos Amo.
-¿Qué cocinabas?
-creps de ahumados.
-¿Habrá para dos?
-Por supuesto, Amo.
-¿Te sirvo vino?
-Preferiría té verde, si no le importa, hay en la nevera.
-Claro nena.
Di un sorbo, estaba frío y me había aficionado bastante desde hacía un tiempo a beberlo.
Seguì cocinando, Él me observaba bebiendo vino.
-Ahora vengo pequeñita.-me dijo-Me llevo las llaves.
Me besó con ternura y desapareció. Me extraño que se fuese sin decir nada pero no pregunté, seguí con lo mío para adelantarlo todo para el momento en que volviese. 
Escuché las llaves y vi como aparecía y guardaba algo en el congelador.

-He traido el postre y te he traido esto. -me dijo tendiéndome  un ramo gerberas (mi flor favorita).
-Muchísimas gracias Amo. No tiene por qué.
-Estás triste, lo sé y... no puedo solucionar tus problemillas en el trabajo, pero tampoco puedo quedarme sin hacer nada. Yo estoy muy orgulloso de ti perrita y eso es lo que te debe importar. No eres una fracasada, eres mi perrita, mi putita y mi princesa.

Lo abracé y me besó con pasiòn.

-Le amo.
-Te adoro mi niña. Ábrete para mi pequeña, ábrete.

Me la insertò despacio, bombeándome  con fuerza, aumentando el ritmo. Me besaba y jugaba con mis pezones.

Me hizo el amor en la encimera. Y nos corrimos a la vez. Jamás pensé que describiría un orgasmo como tierno.

Emplaté los creps y Él puso la mesa. 
-¿Sigues con tu té o ahora si bebes vino?
-¿Albariño?
-Te pongo una copa.
-Gracias Amo.
Cenamos juntos y se levantó a por los postres. Había comprado mousse de limón en una pastelería pequeña del barrio que me encantaba.
-Soy la perrita más mimada del mundo Amo.
-Te lo mereces todo.
-Usted se lo merece todo, es el mejor.
-¿Todo?
-Si Amo, todo.
-Pues anda bonita, ve  prepararte para mí.
Me levanté despacito y sujeté mi vestido con dos dedos. Me lo quité y agarrando un tirante lo arrastré  hasta la habitaciòn. Allí me preparé, me recogí el pelo, me aseé... Apareciò muy poco tiempo después de que yo me hubiese arrodillado en la habitación. Me sujetó del pelo y me llevó a 4 patas hasta la cama. Allí me vendó los ojos, me azotò con la mano y después lo hizo con la correa. Fueron pocas veces, las justas para dejarme alguna marca y el culo rojo.  Después me masajeó el culo y desapareció un rato. Lo oí caminar por la habitación y de repente lo sentí besarme. Me dio un bofetón, no demasiado fuerte, escupió en mi boca y lo tragué.
Metió su pene en mi boca y lo chupé hasta que estuvo totalmente ensalivado.
Así, tal y como estaba, me folló el culo. Y se corrió dentro de Él. Se la limpié bien con la lengua y nos tumbamos en la cama. Me besó y me quedé dormida a su lado.

Se lo merece todo.

domingo, 14 de junio de 2015

Castigada

Eran las 10 de la mañana, hacía calor y llovía. Una falda de tela vaquera y una camisa blanca. Él me había citado allí en media hora y a mí la lluvia me había cogido de imprevisto. En un soportal me refugiaba cuando lo vi aparecer. Vaqueros, camisa azul oscura, zapatos marrones. Llego a mi lado y me besó, tenía el pelo mojado y pasó las manos por sus canas.

-A ti también te ha cogido ya en la calle...-me dijo mirandome de arriba a abajo. -Abrete la blusa dos botones nena, que para lo putita que eres, vas muy recatada.

Obedecí sonrojada, lo cierto es que aún me costaban esas cosas.

Paró un taxi y me indicó que avanzase delante suya. Abrí la puerta y le dejé pasar, me monté tras Él y me agarró los pezones con fuerza. Indicò al taxista que fuese hacia a mi casa... lo que me puso un poco nerviosa porque con las prisas había dejado la cama sin hacer y sabía que eso le molestaría.

- ¿A mi casa?

-¿Algún problema nena?

-Bueno... no... solo qué....

-¿No quieres que vaya a tu casa Erytheia?

-Sí, sí quiero, no pasa nada...

-Pues entonces calla.

Agaché la cabeza. Él me acarició la mejilla y me besó...

Llegamos a casa y me desnudé. Él caminó directamente hasta mi habitación y yo fui a por agua fría para llevársela... me froté el culo... sabía que me esperaban unos azotes... A veces mi Amo es un poco quisquilloso con según que temas...

Cuando entré en la habitaciòn había varios almohadones sobre la cama. Lo miré con cara de pena y levantó una ceja.
Me coloqué con rapidez en el sitio.

-Nena. ¿Cuantas normas tienes que seguir en tú día a día?

-4 Amo.

-Refréscame la memoria. ¿Cuales son?

-Dormir entre 8 y 10 horas diarias, ni más ni menos.  Hacer cinco comidas al día, comiendo sano, hacer ejercicio y beber dos litros de Agua. Mantener mi higiene y estar preparada para ser usada, incluyendo depilación. Mantener  el orden y limpieza de la casa siempre y sin excusas.

-Bien. Si las recuerdas ¿Por qué no está ordenada esta habitación? 

-Salí con prisas Amo... no quería llegar tarde y...

-¡Sin excusas Erytheia! - callé de inmediato.- ¿Cuantos azotes necesitas para recordar tus reglas zorrita?

-Los que usted considere Amo.

-Serán 20. No me gusta que chilles, ya lo sabes.

-Sí Amo.

Me besa y empieza. Yo suspiro y gimo, no me ha pedido que cuente, llevo la cuenta en silencio... quedan 4.

-Nena ¿Cuantos faltan? -dice dándome el número 17

- Tres, Amo.

Me besa al acabar y me susurra que no me mueva. Vuelve y pone crema hidratante en mi culo dolorido y rojo.

-Ponte en 4 cariño.

Se coloca delante de mí y mete su polla en mi boca. Me deja hacer. Lamer sus huevos, comerlos. Hasta que se derrama en mi boca y trago.

Me masturba, estoy muy caliente, chuparla siempre me excita. 

-Amo por favor...
-No nena.
-Amo, permítame correrme... por favor... -Nena, las perritas desobedientes y castigadas no se corren.

Para y me tumba sobre la cama, me folla muy lento, es una tortura porque me excita sin llegar al orgasmo. Al final se derrama dentro. Se la limpio bien y me manda a la ducha.

-A ver si te calmas, que estás en celo y así no puedes cenar

viernes, 5 de junio de 2015

Entre algodones.

Un sujetador negro, un tanga a juego, encaje y transparencia de forma sutil... intuye su propiedad bajo los pliegues de un vestido que se ajusta a cada curva. Me mira con una sonrisa que devora. Podría perderme en esa sonrisa de por vida. Me arrodillo quitándome de un movimiento el vestido. Me sujeta el pelo en una cola alta y tira. Sigo sus pasos, a cuatro patas, soy Su perra. 

Llegamos a la habitación y me sube sobre la cama. Me besa. 

-Te quiero perrita. - me pone una mordaza de bola. - Eres preciosa. 

Me ata a la cama, dejando mis piernas casi cerradas y las rodillas flexionadas.  Los brazos sobre la cabeza, juntos. 

-Ahora nena, te vas a correr, tantas veces como yo quiera. Obviamente no puedes pedirme permiso, porque no creo que seas muy capaz de hablar con esa cosita en la boca; así que quiero que te corras todas las veces que lo necesites. Símplemente nena, déjate llevar. 

Un juguetito mágico que me arranca cinco orgasmos y me deja derrotada. Un beso en los labios y me duermo hecha un ovillo. 

Al despertar lo encuentro a mi lado. Un zumo de naranja que me da de beber despacio. 

-mi pequeña putita. -me dice acariciando mi pelo. 

Me coge en brazos y apoyo mi cabeza sobre su pecjo. El baño está listo, con velas y sales. Me mete en el agua, caliente y con olor a azahar. Me lava despacio, sin esponja, recreandose en las caricias que dedica a mi cueepo. También me lava el pelo,  despacio. Me mima. Me seca envuelta en una esponjosa toalla blanca impoluta. 

Sin movernos de la cama cenamos quesos y frutas. Me acurruco en su pecho y poco a poco me adormecen sus caricias en mi vientre. 

-mi linda niña, sueña princesa, que yo te cuido. 


lunes, 1 de junio de 2015

Feliz cumpleaños.

"Si yo fuese una persona responsable, tendría un Hushky de mascota y se llamaría Niebla, porque siempre he pensado que mi perro se llamaría Mortadela, pero los Hushky son demasiado elegantes para llamarlo Mortadela... aunque por suerte para el perro, la poca responsabilidad que tengo me dice que no soy responsable para cuidar de otro ser vivo." Esa conversacion tuve un día con mi Amo... y tres días después apareció con un precioso peluche "Este no se va a morir entre tus descuidos." Desde entonces duermo abrazada a mi peluche.

Esta mañana Niebla y yo nos hemos levantado muy temprano, es un día muy muy muy importante. Me he puesto un vestido ligero largo y me he ido a depilarme y a la peluquería. He parado a tomarme un café con una tostada porque conozco a mi Amo; efectivamente, al poco rato ha sonado un mensaje preguntando si había desayunado; yo le he mandado una foto, sin palabras... pero no se me ha olvidado que hoy es un día suuuuper importante. Después he ido al centro comercial. Hay un tanga precioso en color perla. Tacones en el mismo color en mi zapatería favorita y un vestido largo azul eléctrico. Esta noche debo ir preciosa. El vestido tiene una raja que sube hasta el muslo y por arriba se sujeta a mi cuello con un broche, la espalda completamente descubierta. Llego a casa y me visto, me maquillo y me pongo el brazalete de plata que me regaló las últimas navidades. Un moño bajo deja mi cuello al descubierto y unos pendientes a juego con el brazalete terminan el conjunto. En un taxi me dirijo a su casa, mientras lo llamo por teléfono.

-Amo, voy a su casa, póngase traje.
-¿Me estás dando una orden?- me dice entre bromeando y descolocado.
-Estoy a punto de llegar, dese prisa. - digo armándome de valor y colgando si que le de tiempo a responder...

Cuando llego me espera abajo, lo cual me libra de unos azotes antes de empezar la noche. Imagino que se huele algo. ¿He comentado alguna vez lo hermoso que es mi Amo? Probablemente sí, pero hoy... que maravilla! Los trajes debieron inventarse para que Él los luciera.

En el mismo taxi nos dirigimos a un selecto restaurante. La mesa nos espera, un reservado para nosotros solos. Allí me besa con pasión.

-Feliz cumpleaños, Amo. - le digo entregándole un paquete.

Es un reloj que quería y un nuevo juguetito que tenía ganas de probar conmigo. Me besa y me pide que le muestre bien lo bonita que voy.

Me levanto y le muestro la raja de mi vestido, lo precioso que es mi tanga nuevo y la facilidad  con la que puede acceder a mis pechos. Sé que eso le gusta. Sonríe con picardía y me indica que me siente sobre su falda.  Cenamos arremolinados, yo sin despegarme de su cuello, Él sin separarse de mis pechos. El camarero intenta entrar lo menos posible y eso nos da una intimidad que nos encanta.

Al salir del restaurante vamos directos a su casa. En la habitación me arrodillo y lo desnudo. Cada milímetro de piel qie descubro se lleva un beso. Me encanta su sabor. Se tumba sobre la cama, me iluminan dos velas y suena nuestra canción. Suelto mi pelo e intencionadamente despacio, voy descubriendo mi cuerpo. Mis pechos se muestran orgullosos mis pezones excitados. La sonrisa de su cara muestra satisfacción ante lo que ve y eso me encanta. A veces pienso que estamos hechos el uno para el otro, después lo miro y lo confirmo. Desnuda ante Él me ofrezco.
-Acercate preciosa.

Subo a cuatro patas sobre la cama y gateo la poca distancia que nos separa. Quedo sobre Él, que me besa con pasión, mordiendo mis labios y mi lengua.

-Cabalga gatita.
No hace falta más. Voy clavando lenta su erección en mi coño, hasta el fondo y me muevo como el me indica, lento primero, rápido después, haciendo círculos con mis caderas...

En un momento se gira y quedo debajo, con su polla clavada hasta el fondo y su peso sobre mi cuerpo.  Bombea salvaje dentro de mí, soy totalmente suya.

-Amo por favor ¿puedo correrme?

-Nena, a la vez, conmigo... aguanta un poco.

Pronto lo siento derramarse dentro de mí y mientras me besa y estallo de forma brutal, escandalisa, animal. Pierdo la fuerza y me dejo caer contra su pecho.

Al final me deslizo hasta su polla  y con esmero la  limpio hasta dejarla reluciente.
Un beso en la punta y "Feliz cumpleaños, mi Amo.r"

Nota a pie de post: Todo en este relato, como en el resto es ficticio, excepto que quiero llamar a mi futuro perro Mortadela, pero nadie me apoya : (  un besito, azul.